Los diferentes sistemas de nomenclatura de los apellidos

Heraldica

Introducción

Los apellidos son una parte fundamental de nuestra identidad y nuestros ancestros. A lo largo de la historia, han surgido diferentes formas de nombrar a las personas y de transmitir los apellidos de una generación a otra.

En este artículo, exploraremos los diferentes sistemas de nomenclatura de los apellidos: desde los antiguos apodos y nombres de lugar hasta los sistemas modernos basados en la cultura y la genealogía.

Apodos

Antes de la creación de los sistemas formales de nomenclatura de los apellidos, las personas eran identificadas por apodos o sobrenombres. Estos apodos se basaban en una característica física, una profesión, un rasgo de personalidad o cualquier otra cosa que llamara la atención de la gente.

Por ejemplo, el apellido García deriva del apodo "el garcero", que significa "el cazador de garzas". Otro ejemplo es el apellido Moreno, que se refiere a personas con tez oscura.

Nombres de lugar

Otra forma de nombrar a las personas era basándose en el lugar de origen o de residencia. Por ejemplo, el apellido López se refiere a personas de lugares llamados "lopes". El apellido Toledo se deriva de la ciudad española de Toledo.

En algunos casos, el nombre de lugar se convertía en el apellido completo, como en el caso del apellido Valencia o Vizcaya.

Patronímicos

Los apellidos también se pueden derivar del nombre del padre. Estos apellidos se llaman patronímicos. En los países escandinavos, por ejemplo, los apellidos patronímicos son muy comunes.

En España, los apellidos patronímicos se usan con el nombre del padre como segundo apellido. Por ejemplo, el nombre completo de Pablo Picasso era Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz Picasso.

Los apellidos de origen judío

En la cultura judía, los apellidos se derivan del nombre del padre seguido de la palabra "ben", que significa "hijo de". Por ejemplo, el apellido Cohen deriva del término hebreo "kohen", que significa "sacerdote".

En la época de la Inquisición, los judíos se vieron obligados a convertirse al cristianismo o a huir de España. Muchos cambiaron sus apellidos para evitar la persecución. Algunos simplemente tradujeron sus nombres al español, mientras que otros adoptaron apellidos no judíos.

Sistemas modernos de nomenclatura de los apellidos

En la actualidad, hay muchos sistemas modernos de nomenclatura de los apellidos. Muchas culturas tienen tradiciones únicas para nombrar a sus hijos. Estos sistemas a menudo se basan en la genealogía, la religión o la cultura.

Los apellidos hispanos

En el mundo hispano, el apellido materno se incluye como segundo apellido. Por ejemplo, si la madre se llama Martínez y el padre se llama Rodríguez, el niño se llamará Juan Rodríguez Martínez.

Además, los apellidos hispanos a menudo llevan un prefijo, como "de la" o "del". Estos prefijos indican el lugar de origen o el linaje noble.

Los apellidos chinos

En China, los apellidos se basan en el clan o la familia. Hay solo unos pocos cientos de apellidos diferentes en China, pero cada uno puede tener muchos caracteres diferentes. Los apellidos también son importantes porque se cree que transmiten la fortuna de una familia.

Los apellidos japoneses

En Japón, el apellido suele ir primero, seguido del nombre. Los apellidos japoneses también tienen origen en el clan o la familia, pero algunos apellidos se derivan de las profesiones.

Los apellidos africanos

En África, los nombres suelen ser simbólicos y transmitir la historia y los valores de una familia. A menudo, los nombres se dan en función de los eventos o características físicas que se dan en el momento del nacimiento.

Conclusiones

Los apellidos son una parte importante de nuestra identidad y nuestra historia. Han evolucionado a lo largo del tiempo y han sido influenciados por la cultura, la religión y la genealogía. Comprender los diferentes sistemas de nomenclatura de los apellidos puede ayudarnos a comprender mejor nuestras raíces y nuestra historia familiar.