El apellido Cranke tiene una historia interesante que se extiende a lo largo de varios países y culturas. Se cree que el nombre proviene de la palabra nórdica antigua "krankr", que significa retorcido o torcido. Esto sugiere que el nombre pudo haberse utilizado originalmente para describir a alguien que tenía una deformidad física o que tal vez era percibido como engañoso o poco digno de confianza.
En los Estados Unidos, el apellido Cranke es relativamente común, con una tasa de incidencia de 94. Esto sugiere que hay un número significativo de personas con el apellido Cranke viviendo en el país. Es posible que el nombre haya sido traído a los Estados Unidos por inmigrantes de países europeos donde el nombre era más frecuente.
En Sudáfrica, el apellido Cranke tiene una tasa de incidencia de 49. Esto sugiere que existe una presencia moderada de personas con el apellido Cranke en el país. Es posible que el nombre haya sido introducido en Sudáfrica por los colonos británicos durante el período colonial.
En Inglaterra, concretamente en la región de Gran Bretaña, la tasa de incidencia del apellido Cranke es de 10. Esto sugiere que hay menos personas con el apellido Cranke en Inglaterra en comparación con otros países. Es posible que el nombre se haya originado en Inglaterra y se haya extendido a otras partes del mundo a través de la migración.
En Canadá, el apellido Cranke tiene una tasa de incidencia de 5. Esto sugiere que hay una pequeña cantidad de personas con el apellido Cranke viviendo en el país. Es posible que el nombre haya sido traído a Canadá por inmigrantes británicos o europeos que buscaban nuevas oportunidades en el país.
En Nueva Zelanda, el apellido Cranke tiene una tasa de incidencia de 2. Esto sugiere que hay un número muy pequeño de personas con el apellido Cranke en el país. Es posible que el nombre haya sido introducido en Nueva Zelanda por los primeros colonos europeos o mediante patrones migratorios más recientes.
En Australia, el apellido Cranke tiene una tasa de incidencia de 1. Esto sugiere que hay una presencia muy limitada de personas con el apellido Cranke en el país. Es posible que el nombre haya sido traído a Australia por colonos británicos o inmigrantes de otros países.
En Brasil, Guam, Rusia y Ucrania, el apellido Cranke tiene cada uno una tasa de incidencia de 1. Esto sugiere que solo hay unas pocas personas con el apellido Cranke en cada uno de estos países. Es posible que el nombre haya sido introducido en estos países a través de diversos procesos históricos o migratorios.
En general, el apellido Cranke tiene una distribución relativamente amplia en diferentes países, con diferentes niveles de incidencia. Es probable que el nombre tenga profundas raíces históricas y puede tener múltiples orígenes y significados según el contexto cultural en el que se encuentre.
La globalización ha supuesto que los apellidos se diseminen mucho más lejos de su país de origen, de manera que podemos encontrar apellidos americanos en Europa o apellidos americanos en Oceanía. Esto mismo pasa en el caso de Cranke, que como se puede comprobar, podemos decir que es un apellido representado orgullosamente en casi todo el mundo. Del mismo modo encontramos países en los cuales notoriamente la densidad de personas apellidadas con el apellido Cranke es mayor a la los otros países.
La posibilidad de examinar en un mapa acerca de qué países tienen una mayor cantidad de Cranke en el planeta, es de gran ayuda. Colocándonos encima del mapa, encima de un país determinado, somos capaces de ver el número exacto de personas que llevan el apellido Cranke, para obtener así la información precisa de todos los Cranke que podemos encontrar actualmente en ese país. Esto contribuye también a que entendamos no solo de dónde es natural el apellido Cranke, sino también de en qué manera se han desplazado y han migrado las gentes que en sus orígenes forman parte de la familia que porta el apellido Cranke. De la misma manera, puedes ver en qué países se han asentado y crecido, por lo que si Cranke es nuestro apellido, nos parece llamativo conocer a qué otros lugares del globo es posible que migrara un día un antepasado nuestro.