El apellido Ladrera tiene una larga y rica historia, con raíces en varios países del mundo. Es un apellido relativamente raro, y la mayoría de las personas que llevan este nombre residen en Filipinas, donde tiene la mayor incidencia. Sin embargo, también se encuentra en España, Estados Unidos, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Baréin, Chile, China, Etiopía y Singapur.
El apellido Ladrera se deriva de la palabra española "ladrero", que significa albañil o albañil. Esto sugiere que los portadores originales del apellido probablemente estaban involucrados en los oficios de la construcción, trabajando con ladrillos y mortero. Es posible que el nombre se haya dado a individuos en función de su ocupación, o podría haberse utilizado para distinguir una familia de otra.
Si bien el apellido Ladrera tiene su origen en España, se ha extendido a varios otros países a lo largo de los siglos. Filipinas tiene la mayor incidencia de personas con el apellido Ladrera, lo que puede deberse a vínculos históricos entre España y Filipinas. La colonización española de Filipinas probablemente condujo a la introducción del apellido en la región.
Además de Filipinas, el apellido Ladrera también se encuentra en otros países, aunque en menor número. Estados Unidos, Canadá, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin, Chile, China, Etiopía y Singapur tienen personas con el apellido Ladrera, aunque la incidencia es mucho menor en comparación con Filipinas.
Si bien el apellido Ladrera puede no ser tan conocido como otros, todavía hay personas notables que llevan este nombre. Estas personas pueden haber hecho contribuciones significativas a sus respectivos campos o haber logrado logros notables. Una de esas personas es Juan Ladrera, un arquitecto de renombre en España conocido por su diseño innovador y prácticas de construcción sostenible. Otra figura notable es María Ladrera, una destacada activista ambiental en Filipinas que ha jugado un papel decisivo en los esfuerzos de conservación en la región.
Como muchos apellidos, el nombre Ladrera puede tener variaciones o grafías alternativas según la región o el individuo. Algunas posibles variaciones del apellido Ladrera incluyen Laderera, Ladrero o Ladra. Estas variaciones pueden haber surgido debido a factores como dialectos regionales, errores de transcripción o preferencias personales.
El apellido Ladrera tiene una historia fascinante que abarca múltiples países y culturas. Desde sus orígenes en España hasta su expansión a Filipinas y más allá, el nombre ha dejado una huella en varias partes del mundo. Si bien puede no ser tan común como otros apellidos, el nombre Ladrera aún tiene significado para quienes lo llevan, representando una conexión con su pasado ancestral y el legado de su familia.
Uno de los efectos de la globalización ha sido que los apellidos se diseminen mucho más lejos de del país en que se originó, de manera que podemos hallar apellidos asiáticos en Europa o apellidos europeos en Oceanía. De esta misma forma ocurre en el caso de Ladrera, que como puedes corroborar, podemos afirmar que es un apellido representado orgullosamente en en una parte importante de los países del globo. Aún así hay algunos países en los cuales de forma clara la cantidad de personas con el apellido Ladrera es mayor a la los otros países.
La oportunidad de informarse en un mapa en relación a qué países detentan una mayor cantidad de Ladrera en el globo, es de gran ayuda. Poniéndonos encima del mapa, encima de un país específico, tenemos la posibilidad de ver el número exacto de personas que llevan el apellido Ladrera, para lograr así los datos concretos de todos los Ladrera que podemos encontrar en la actualidad en ese país. Esto nos ayuda también a hacernos una idea no solo de dónde es originario el apellido Ladrera, sino también de en qué modo se han desplazado y han migrado las gentes cuyas raíces forman parte de la familia con el apellido Ladrera. Del mismo modo, es posible ver en qué países se han asentado y progresado, por lo que si Ladrera es nuestro apellido, parece llamativo conocer a qué otros países del planeta es posible que se desplazara un día un ancestro nuestro.