El apellido Schele es de origen alemán, con un total de 140 incidencias en Alemania. Se deriva de la palabra del alto alemán medio "schel", que significa "bizco" o "entrecerrado". Esto sugiere que el portador original del apellido pudo haber tenido una característica física que lo diferenciaba de los demás.
Los primeros casos registrados del apellido Schele se remontan al período medieval en Alemania. Un ejemplo es el del siglo XIII, cuando un hombre llamado Ulrich der Schele fue documentado en una disputa legal en la ciudad de Nuremberg. Esto indica que el apellido se ha utilizado durante siglos y se ha transmitido de generación en generación.
En los Estados Unidos, el apellido Schele tiene 124 incidencias, lo que indica que un número significativo de personas con ascendencia alemana han conservado este apellido. Es probable que los inmigrantes alemanes trajeran el apellido a los Estados Unidos durante los períodos de migración en los siglos XIX y XX.
A lo largo de la historia, el apellido Schele ha sufrido varios cambios ortográficos, dando lugar a formas variantes como Schelle o Schäle. Estas variaciones pueden atribuirse a diferencias en el dialecto y la pronunciación en diferentes regiones de Alemania.
Además de Alemania y Estados Unidos, el apellido Schele también está presente en países como Chile (incidencia de 42), Sudáfrica (incidencia de 32) y Países Bajos (incidencia de 25). Esto indica que el apellido se ha extendido más allá de sus raíces alemanas originales y se ha establecido en varias partes del mundo.
Ha habido varias personas notables con el apellido Schele a lo largo de la historia. Un ejemplo es Johann Schele, un compositor y músico alemán del siglo XVIII que hizo importantes contribuciones al desarrollo de la música clásica.
En tiempos más recientes, el apellido Schele se puede encontrar en diversas profesiones y campos, lo que indica la diversa gama de personas que llevan este apellido. Desde abogados hasta artistas y empresarios, las personas con el apellido Schele han dejado su huella en la sociedad de diferentes maneras.
El apellido Schele, con su asociación con el término "bizco", puede tener un significado simbólico más allá de su significado literal. Podría representar una perspectiva o visión única del mundo, sugiriendo que aquellos con el apellido Schele ven las cosas de manera diferente a los demás.
En general, el apellido Schele tiene una rica historia y herencia que refleja las complejidades del linaje familiar y la identidad cultural. Su amplia distribución en varios países demuestra el legado duradero de este apellido alemán.
Dado que la genealogía y la historia familiar siguen siendo de interés para muchas personas, el apellido Schele sirve como recordatorio de los diversos orígenes e historias que conforman nuestras identidades personales.
La globalización ha hecho que los apellidos se diseminen mucho más lejos de las fronteras de su país, de manera que podemos encontrar apellidos asiáticos en Europa o apellidos indios en Oceanía. Esto mismo pasa en el caso de Schele, que como puedes corroborar, podemos decir que es un apellido representado orgullosamente en en la mayoría de países más grandes del planeta. Del mismo modo encontramos países en los cuales notoriamente el número de personas apellidadas con el apellido Schele es mayor a la los otros países.
La viabilidad de examinar en un mapa en relación a qué países tienen un número mayor de Schele en el planeta, nos ayuda mucho. Situándonos encima del mapa, encima de un país específico, somos capaces de ver la cifra exacta de personas que llevan el apellido Schele, para obtener de este modo la información precisa de todos los Schele que podemos encontrar a día de hoy en ese país. Esto nos ayuda también a hacernos una idea no solo de dónde es natural el apellido Schele, sino también de en qué modo se han desplazado y han migrado las gentes que en sus orígenes forman parte de la familia que porta el apellido Schele. De la misma manera, puedes ver en qué países se han establecido y desarrollado, por lo que si Schele es nuestro apellido, nos parece llamativo conocer a qué otros sitios del mundo es posible que migrara un día un antepasado nuestro.