El apellido Shelley es de origen anglosajón, derivado de la palabra en inglés antiguo "scaef", que significa "poco profundo", y de la palabra en inglés antiguo "leah", que significa claro o prado. Esto sugiere que los portadores originales del apellido Shelley pueden haber vivido cerca de una pradera poco profunda o un hueco en el paisaje.
Los primeros registros del apellido Shelley se remontan al siglo XIII en Inglaterra. El nombre se encontró por primera vez en Sussex, donde desde la antigüedad se ocupaba un asiento familiar. A lo largo de los siglos, el apellido se extendió por toda Inglaterra y, finalmente, a otros países de habla inglesa de todo el mundo.
En los Estados Unidos, el apellido Shelley tiene una incidencia relativamente alta, con más de 19.000 personas que llevan el nombre. Muchos Shelley estadounidenses pueden rastrear su ascendencia hasta los inmigrantes ingleses que se establecieron en el Nuevo Mundo en los siglos XVII y XVIII. Desde entonces, el nombre se ha establecido en la sociedad estadounidense, y personas notables llevan el apellido en diversos campos.
En el Reino Unido, el apellido Shelley es particularmente común en Inglaterra, donde más de 5.600 personas llevan el nombre. El nombre es más frecuente en las regiones de East Sussex y West Sussex, lo que se alinea con los orígenes históricos del apellido en esa área.
Australia y Canadá también tienen un número significativo de personas con el apellido Shelley, con más de 1.900 y 1.300 personas respectivamente. El nombre probablemente llegó a estos países a través de la inmigración y la colonización británica, y las familias llevaron el nombre Shelley a través de generaciones.
El apellido Shelley también se puede encontrar en varios otros países del mundo, con un número menor de personas que llevan el nombre. Estos incluyen Bangladesh, Israel, Sudáfrica, Nueva Zelanda, Irlanda, Escocia, México, India, Francia, Nigeria, Jamaica, China, Qatar, Singapur, Suecia, Irlanda del Norte, Alemania, Italia, Emiratos Árabes Unidos, Rusia, Japón. Irán, Kenia, Estonia, Filipinas, Isla de Man, República Checa, España, Tailandia, Brasil, Turquía, Bermudas, Portugal, Arabia Saudita, Vietnam, Suiza, Noruega, Guatemala, Austria, Kazajstán, Países Bajos, Omán, Papúa Nueva Guinea, Pakistán, Polonia, Puerto Rico, Georgia, Paraguay, Gibraltar, Afganistán, Grecia, Rumania, Armenia, Samoa Americana, Indonesia, Barbados, Bélgica, Bulgaria, Trinidad y Tobago, Taiwán, Ucrania, Bahamas, Venezuela, Congo, Islas Caimán, Vanuatu, Chile, Líbano, Marruecos, Zambia, Chipre, Malasia, Dinamarca, Finlandia, Fiji, Perú, Micronesia y más.
Si bien la incidencia del apellido Shelley puede variar en estos países, el nombre conlleva una rica historia y herencia que se extiende por continentes y generaciones.
La globalización ha hecho que los apellidos se difundan mucho más lejos de su país de origen, de manera que podemos hallar apellidos asiáticos en Europa o apellidos europeos en Oceanía. Lo mismo ocurre en el caso de Shelley, que como puedes corroborar, podemos afirmar que es un apellido representado orgullosamente en casi todos los países del mundo. Aún así hay países en los cuales de forma clara el número de personas con el apellido Shelley es mayor a la los otros países.
La viabilidad de informarse en un mapa en relación a qué países tienen un mayor número de Shelley en el planeta, es de gran ayuda. Colocándonos encima del mapa, encima de un país determinado, tenemos la posibilidad de ver la cifra exacta de personas que llevan el apellido Shelley, para lograr de este modo los datos concretos de todos los Shelley que podemos hallar a día de hoy en ese país. Esto nos ayuda también a que entendamos no solo de dónde es originario el apellido Shelley, sino también de en qué manera se han desplazado y han migrado las gentes cuyas raíces forman parte de la familia con el apellido Shelley. Del mismo modo, es posible ver en qué lugares se han asentado y desarrollado, por lo que si Shelley es nuestro apellido, parece llamativo conocer a qué otros sitios del globo es posible que se desplazara un día un ancestro nuestro.