El apellido Knorr es de origen alemán y se deriva de la palabra "knor", que significa nudo o bulto en un trozo de madera. Este apellido probablemente se originó como un nombre profesional para un carpintero o carpintero que se especializaba en crear diseños complejos con nudos y protuberancias en la madera.
El primer caso registrado del apellido Knorr se remonta al siglo XIII en Alemania. Con el paso de los siglos, el apellido se extendió a otros países europeos, incluidos Estados Unidos, Canadá, Brasil y Austria, entre otros. Hoy en día, sólo en Alemania hay más de 15.000 personas con el apellido Knorr.
El apellido Knorr tiene una importante presencia en varios países del mundo. En los Estados Unidos, hay cerca de 6.000 personas con el apellido Knorr, lo que lo convierte en un apellido relativamente común en el país. En Canadá, Brasil y Austria, el apellido Knorr también tiene una presencia notable, con más de 1000 personas que llevan el apellido en cada país.
En Europa, países como Países Bajos, España, Austria, Francia y Suiza también tienen un número importante de personas con el apellido Knorr. En los Países Bajos hay más de 100 personas con el apellido Knorr, mientras que en España y Francia hay más de 50 personas con el apellido.
A lo largo de la historia, ha habido varias personas notables con el apellido Knorr que han hecho contribuciones significativas en diversos campos. Una de esas personas es Carl Heinrich Theodor Knorr, un químico y fabricante de alimentos alemán que fundó la empresa de alimentos Knorr, conocida por su gama de sopas, salsas y mezclas de condimentos.
Otro individuo notable con el apellido Knorr es Johann Anton Knorr, un botánico alemán que hizo importantes contribuciones al campo de la botánica durante el siglo XVIII. A Knorr se le atribuye el descubrimiento de varias especies de plantas y la contribución a nuestra comprensión de la taxonomía de las plantas.
En la actualidad, las personas con el apellido Knorr continúan haciendo contribuciones en diversos campos, incluidos la ciencia, el arte, la literatura y los negocios. El apellido Knorr sigue siendo un símbolo de artesanía, creatividad e innovación, y las personas que llevan el apellido continúan defendiendo su legado.
En general, el apellido Knorr tiene una rica historia y ha tenido un impacto duradero en varios países del mundo. A medida que las personas con el apellido Knorr continúen manteniendo su apellido, el legado del apellido seguramente perdurará durante las generaciones venideras.
Basándose en datos recogidos de varios países, la distribución del apellido Knorr en todo el mundo es la siguiente:
Con una presencia tan extendida en todo el mundo, el apellido Knorr sigue siendo un nombre destacado e influyente en varios países y regiones.
Gracias a la globalización nos encontramos con que los apellidos se difundan mucho más lejos de las fronteras de su país, de manera que podemos encontrar apellidos asiáticos en Europa o apellidos indios en Oceanía. Lo mismo ocurre en el caso de Knorr, que como puedes corroborar, podemos decir que es un apellido representado orgullosamente en en la mayoría de países más grandes del planeta. Del mismo modo encontramos países en los cuales notoriamente la cantidad de personas con el apellido Knorr es mayor a la los otros países.
La posibilidad de examinar en un mapa acerca de qué países tienen una mayor cantidad de Knorr en el planeta, nos ayuda mucho. Situándonos encima del mapa, encima de un país concreto, podemos ver la cifra concreta de personas que llevan el apellido Knorr, para obtener así la información precisa de todos los Knorr que podemos encontrar en la actualidad en ese país. Todo esto nos ayuda también a que entendamos no solo de qué país es natural el apellido Knorr, sino también de en qué forma se han desplazado y han migrado las gentes que en sus orígenes forman parte de la familia que porta el apellido Knorr. Del mismo modo, puedes ver en qué lugares se han asentado y crecido, por lo que si Knorr es nuestro apellido, nos parece llamativo conocer a qué otros sitios del planeta es posible que migrara un día un antepasado nuestro.